¿La empresa puede obligarme a trabajar un día festivo? Esto dice la ley

Este próximo viernes 1 de noviembre, España celebra el día festivo de Todos los Santos. Este festivo será una gran oportunidad para quienes busquen disfrutar de un fin de semana largo, ya que cae en viernes y permite que muchos de los trabajadores, aparte de estudiantes, disfruten de un puente.

Sin embargo, existen algunos sectores en los que estas festividades anuales, que por norma general tienen la consideración de jornadas no laborables, los empleados pueden tener la obligación de ir a trabajar con normalidad.

Lo que dicta la ley

Lo cierto es que cada trabajador, sin tener en cuenta su sector laboral, tiene derecho a un mínimo de 14 días festivos por año, que marcan las comunidades autónomas o ayuntamientos, teniendo en cuenta los festivos nacionales, y que son retribuidos y no son recuperables, tal y como estipula el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 37.2.

Pero esto no quiere decir que no se pueda trabajar un día festivo. Si la empresa obliga a hacerlo en una de estas jornadas, el trabajador debe cumplir y acudir a trabajar. No obstante, según el Real Decreto 2001/1983, el trabajador tendrá que ser compensado de dos maneras: con otro día de descanso o a través de una contraprestación económica.

Por tanto, sí es posible que la empresa obligue a trabajar durante un festivo, siempre que existan razones técnicas, organizativas o de producción justificadas, y la posibilidad esté recogida en el convenio colectivo de la empresa, donde se regulan los derechos y obligaciones de los empleados en su jornada laboral.

'Recompensas' en estas situaciones

En cuanto a la opción económica, la ley establece un incremento del 75% sobre el salario base por cada hora trabajada en un festivo. Además, este plus debe estar claramente indicado en el contrato o en el convenio colectivo de la empresa.

Dentro de la segunda opción, que trata el día de descanso compensatorio, el empleado no recibiría esa compensación económica, pero tendría derecho a disfrutar de un día libre en otro momento.

Consecuencias ante la negación

Hay que tener cuidado a la hora de negarte a acudir al trabajo en estas situaciones. Si un trabajador decide no acudir a trabajar en día festivo sin justificación alguna, la empresa puede sancionarle, siguiendo el procedimiento estipulado en el convenio colectivo, incluso descontándole el sueldo de ese día en el que ha fallado.

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En el caso de que sea sancionado, el trabajador tiene la posibilidad de presentar una reclamación, en la cual tendrá que justificar el motivo por el que faltó al trabajo, con un plazo para reclamar de 20 días hábiles desde el momento en el que le sea comunicada la sanción.

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